- Trump reduce los aranceles a China al 47%.
- China suspende las restricciones sobre tierras raras durante un año.
- Estados Unidos y China están negociando un acuerdo energético que incluye petróleo y gas.
El actual presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y el líder chino Xi Jinping. cerrado Una reunión de 90 minutos marcó un progreso concreto en la relación comercial entre las dos economías más grandes del mundo. El encuentro, celebrado en Corea del Sur, dio como resultado una tregua arancelaria de un año y la congelación de medidas que habían estado aumentando las tensiones en los mercados globales.
Gran parte del debate se centró en los aranceles impuestos por Washington a los productos chinos y las restricciones a la exportación de metales de tierras raras, esenciales para la industria tecnológica. Ambos países acordaron suspender, durante doce meses, las tasas portuarias de represalia que afectaban al transporte marítimo.
Durante una rueda de prensa antes de abordar el Air Force One, Trump declaró que las preocupaciones relacionadas con los elementos de tierras raras se "resuelven" y que "no se impondrán controles a los elementos de tierras raras" durante al menos un año. Según el presidente, el arancel promedio sobre los productos chinos se reducirá del 57% al 47%.
Otro aspecto destacado fue la reducción de los aranceles sobre los productos vinculados a la producción de fentanilo, que pasarán del 20% al 10%. Trump afirmó que Xi Jinping prometió "trabajar arduamente para detener el flujo" de estas sustancias.
En el sector agrícola, China reanudará de inmediato la compra de grandes cantidades de soja y otros productos estadounidenses, fortaleciendo así la balanza comercial entre ambos países. Trump también mencionó que el país asiático comprará más energía a Estados Unidos e insinuó un acuerdo sobre petróleo y gas de Alaska, sin dar detalles.
En lo que respecta al sector tecnológico, Trump confirmó que Estados Unidos seguirá mediando en las negociaciones entre China y Nvidia. Sin embargo, recalcó que no se abordó específicamente el tema de los chips de IA de Blackwell, cuya exportación sigue sujeta a restricciones.
Al término de la reunión, el presidente estadounidense describió la conversación con Xi como "una reunión increíble", reforzando su expectativa de que el comercio bilateral continúe expandiéndose en los próximos meses, impulsado por la tregua arancelaria y la reanudación de los acuerdos estratégicos.













